DECLARACIÓN DE AMÉRICA Nosotros, Caballeros, Damas, Escuderos y Pajes Templarios de América, fortalecidos por la herencia espiritual de los primeros hermanos que llegaron en amistad al Continente Americano, recibiendo las tradiciones del Templo de los siglos XII, XIII y XIV, consagrados en el tercer Milenio de la era cristiana, abrazando la enseñanza espiritual de Bernardo de Claraval del año 1113, confirmada por el Concilio de Troyes en el año 1128 y de los místicos de la cristiandad, espectadores de la interrupción del camino histórico de la Orden en el año 1314, unidos por libre elección desde el año 1804 bajo la protección del Emperador Napoleón I, profesando una sola Fé -la misma que ni el tiempo ni las hogueras podrán borrar de nuestros corazones-, convocados como cristianos comprometidos con nuestro tiempo, anunciando un nuevo despertar Templario, propiciando un diálogo interreligioso en pos del bien común para nuestros pueblos. Con estos antecedentes, declaramos: - Combatir por causas justas, - Compartir la fe cristiana en Hermandad Templaría, - Comunicar de manera trasparente, - Concretar acciones socio-humanitarias, - Conducir sinergias operativas innovativas, - Consolidar metas compartidas, - Contribuir a despertar los valores dormidos de la Humanidad, - Crear un mundo mejor para todos los seres vivientes, - Creer en la voluntad participada. Ecuador Chile Perú México Argentina Bolivia Non nobis Domine, non nobis, sed nomine tuyo da gloriam